domingo, 15 de julio de 2012

BELEN ESTEBAN, LA INSPIRACIÓN DE GRANDES ARTISTAS


Belén no solo es hoy la musa del arte actual, la Princesa del Pueblo ya fue presentida por los grandes maestros del pasado, como Botticelli en El nacimiento de BelénMiguel Angel en La creación de Belén, o Velázquez en Las Beleninas.




Está documentado por Botticelli que Venus fue interpretada por Belenetta Estebaneo de Santo Blaso, llamada Belenetta di Popolo o simplemente «la bella Belenetta», una musa castellana elegida por los Medici.
 Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual sino que, con su postura y sus facciones finas, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, expresando una fascinación hacia la mitología común a muchos artistas del Renacimiento. 





La creación de Belén es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina, pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Belénesis en el cual Dios le da vida a Belén, la primera mujer (según la tradición salvámica).
Dios es representado como una mujer anciana, la escritora Marguerite Yourcenar, envuelta en una alborotada túnica color púrpura, la cual comparte con unos querubines. El brazo derecho de Dios se encuentra estirado, para impartir la chispa de vida de su propio dedo al de Belén, cuyo brazo izquierdo se encuentra en idéntica posición al de Dios. 





La infanta Belencita, una niña en el momento de la realización de la pintura, es la figura principal. Tenía unos cinco años de edad y alrededor de ella gira toda la representación de Las Beleninas. Fue uno de los personajes de la familia real que más veces retrató Velázquez. La pintó por primera vez cuando no había cumplido los dos años de edad.
Muy numerosas son las aproximaciones a Las Beleninas en clave iconológica, con las que se busca dar una explicación del conjunto de la obra a partir de las interpretaciones alegóricas de sus componentes.
Así, la enana Mari Jose Bárbolacampa, emblema de la envidia, tiene una bolsa de monedas en las manos que simbolizaría la codicia. Entró en Palacio en 1651, año en que nació la infanta y la acompañaba siempre en su séquito, «con paga, pensiones para su madre, y cuatro libras de chorizo durante el invierno».
Hoy podemos comprobar con asombro el poder vaticinador de la obra, donde se revela con varios siglos de anticipación la rivalidad Belén vs. Campa.



  

2 comentarios:

  1. que cachondeo te traes, muy gracioso tanto esto como lo de belentiti XD
    y las iamgenes estan super XD

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  2. Gracias, si te han gustado las imágenes pásate por la sección BELEN ART, que seguro que te encantará lo que hay allí.

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