Nos repetimos pero es que no se puede decir otra cosa: Belén no decepciona. Nunca. A nadie. O a casi nadie...
Esperábamos con muchas ganas esta aparición de
Belén, primero porque a sus seguidores nos encanta verla en otros programas,
donde la tratan mucho mejor que en el suyo, y segundo, porque estas últimas
semanas, entre unas cosas y otras, ha faltado mucho a Sálvame.
Pero verla tan feliz, tan sonriente, tan emotiva como la vimos en el programa de Jordi González compensa por todos esos días de
ausencias.
Tras una breve entrevista pasaron al plato fuerte
del programa, las sorpresas. Ya sabíamos algo de la primera, la que iba a dar
ella en complicidad con la madre de un simpático chico que cautivó a la
audiencia desde que apareció en pantalla. De la segunda no teníamos ni idea de
qué se podría tratar.
Pero si lloramos como magdalenas ya desde los
primeros instantes de la primera sorpresa, la segunda fue un no parar.
En la primera eran lágrimas mezcladas con
risas, y como comentábamos en Twitter y
Facebook: ¡qué a gusto hemos llorado!
Sin embargo la segunda, una historia dura y muy triste, nos hizo rompernos al ver el desconsuelo de Belén y la entereza con que su amiga lleva la pérdida de su niña.
Sin embargo la segunda, una historia dura y muy triste, nos hizo rompernos al ver el desconsuelo de Belén y la entereza con que su amiga lleva la pérdida de su niña.
Ambas historias nos mostraron esa cara de Belén que
tanto nos gusta, la sensible, la sencilla, la amiga, tan diferente a la que en
Sálvame se empeñan en mostrar, aunque a sus fans nos tiene muy contentos por lo
bien que está sabiendo torear las situaciones desagradables que le propician en
su programa.
No consigue que le resbale todo, que sería lo que
nos gustaría por evitarle disgustos, pero por otro lado, si fuera como los
otros colaboradores, que se toman Sálvame como un trabajo y nada más, no nos
tendría tan cautivados. Como hemos dicho tantas veces, lo que nos gana de Belén
es su autenticidad.
Y no solo a sus seguidores, en el tiempo que llevo
en Twitter nunca había visto tantísimos mensajes positivos sobre ella como
anoche. Pongo aquí una muestra pero había tantos en esta línea que me costaba
creerlo, porque como sabéis, Twitter es
uno de los lugares de internet donde se trata a Belén con más dureza y
crueldad.
Estos últimos son los que le dedicó Andrea, que
aunque está en sus cosas, su Justin y su Miley, en ocasiones como esta siempre
tiene unas palabras cariñosas para su madre, y además, esta vez también para la
niña sobre la que trató la segunda sorpresa.
A pesar de lo dicho, puede ser que sí haya alguien
decepcionado por esta aparición de Belén en el programa de Jordi: los
directivos de T5.
He esperado a publicar esta entrada hasta saber los
resultados de audiencia, y estos son discretos, un 14,7%, que aunque es más de
4 puntos que la semana anterior, no llega al 15% de otras semanas. De todas
formas, habrá que ver la audiencia por franjas para saber con mayor exactitud
cuál fue la cifra durante la parte de Belén, pues la mayoría de fans dejamos de
ver el programa cuando acabó su intervención.
Parece que se confirma eso de que vende más la Belén
cabreada que la feliz, y para T5 las cifras son la prioridad. Como ya dijimos
la semana pasada, cuando solo importan las cifras dejan de importar las
personas, pero creemos que vale la pena hacer un poco menos de caja si
eso sirve para mostrar la faceta más sensible y emotiva de alguien que tantos
beneficios les ha dado y a quien han cuidado tan poco.
Y esto nos llevaría a un tema que quiero tratar
desde hace tiempo: ¿hay sitio para la nueva Belén en una cadena tan carnicera
como T5?
Lo trataremos en una próxima entrada.
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