EL LIBRO DE BELÉN ESTEBAN TRAE COLA

La de Madrid fue multitudinaria, la de Barcelona lo será, y es de suponer que la gira promocional seguirá por todas las grandes ciudades españolas, cosechando el mismo éxito. Y como decíamos en la última entrada, cosechando también sobredosis de cariño, pues como apuntó Jorge, a estos actos va gente que les admira profundamente y es muy gratificante.

Pero la de Madrid quedará en el recuerdo como la primera y la más sorprendente. Y esto acaba de empezar.

Pero la cola que trae este libro no es solo la que se forma ante estas firmas de ejemplares.

Desde el sábado han sido constantes los comentarios en Twitter, haciendo aun más importante este éxito de Belén. 
Muchos tweets llenos de insultos y alusiones despectivas a la falta de intelecto de los lectores de este libro por parte de gente que demostraba tener bien poco. 
Otros de pésimo gusto sugiriendo diversas formas de aniquilamiento como bombas en las colas, o proponiendo la supresión del derecho de voto a los que hayan comprado este libro. 
Y la mayoría, confirmando la vigencia de la entrada que publiqué hace unas semanas, sobre el “así nos va”. Como ya dije, con los verdaderos responsables del “así nos va”, los políticos, no se atreven estos "indignados" de cuarta.

¿Y quiénes son estos que tanto nos critican?

Gente coherente que hace a Belén TT a base de quejarse de ella o insultarla, y luego se quejan de un país en el que Belén es TT.

Gente que predica con el ejemplo y dedica su valioso tiempo a twittear sobre Belén en vez de estar culturizándo(se).

Gente clarividente que cree saber qué otras cosas leemos, qué nivel cultural tenemos o a quién votamos.

Gente preclara que, no se con qué línea de razonamiento, relaciona el hecho de que no haya mejor literatura, música y cine con que Belén saque un libro

Gente que lleva años pidiendo que los espectadores de Sálvame lean un libro y se rasga las vestiduras cuando Belén lo hace posible.

Gente que no entiende que libro y literatura no son necesariamente sinónimos.

Gente que por lo visto lee con un ojo a Proust y con el otro las tragedias de Shakespeare.

Gente que pretende que si a ellos no les gusta algo, se debe prohibir. Porque sí.

Gente a la que le molesta que tengamos el MISMO entretenimiento que ellos, pero seamos más coherentes: nosotros la seguimos, la vemos en TV o leemos su libro, porque nos entretiene; ellos en cambio la aborrecen pero la siguen, ven, o leen porque, aunque les joda reconocerlo, también les entretiene. Pero ¡ojo! que ellos a Belén la ven solo de casualidad cuando hacen zapping. Y ahora la excusa es que lo han leído en la peluquería…
Gente que en el pecado lleva la penitencia, haciendo publicidad GRATIS al libro de Belén durante las 24 horas del día.

Dejando a un lado todas estas incoherencias que exhiben sin reparos los belenófobos, a la gente que simplemente no les gusta la idea de que Belén haya publicado un libro, pero no llegan a ese odio obsesivo, yo les argumento que gracias a este exitazo en ventas, Espasa podrá publicar otras cosas y otros autores que a ellos sí les gusten.

Y los que dicen irónicamente que gracias a Belén mucha gente leerá por primera vez un libro, ponen en bandeja la respuesta de que solo por eso ya habrá hecho más por la cultura que todos los soberbios pseudointelectuales que llevan una semana quejándose del libro.

Un ejemplo de pseudointelectual que si no habla de Belén no le lee ni el gato: un tal Sergio del Molino, muy retwitteado estos dias (gracias a ella). 
Él me dice que el que ha dedicado al libro de Belén no es su artículo mas leído, pero las mentiras tienen las patitas muy cortas: en las demás entradas de su blog veo 1, 2 o 0 comentarios, y en esta nada menos que 30. Reconoce no haberlo leído, que ya es un buen principio para hacer una crítica, pero resulta que expone unos argumentos lógicos que debe joderle tanto que sean ciertos  que no le queda más que el insulto, el sarcasmo o decir barbaridades como que recomienda más la politoxicomanía, los crímenes de guerra o las violaciones en masa que el libro. Ni caso, son las típicas salidas de tono del que solo pretende epatar.

Pero casi todo lo que de forma pretendidamente irónica afirma es verdad: Belén no quita lectores, da trabajo a los escritores al sanear las cuentas de las editoriales, permite a los snobs seguir creyéndose superiores, anima a escribir, y afirma el prestigio social del libro.

Y digo libro, y no literatura: nadie dice que lo de Belén sea literatura, como tampoco lo son cientos de libros que se editan, pero solo pica el de Belén. ¿Se ha montado algo parecido con la publicación de estos libros que señalo a continuación?

Princesa Letizia de Maria Teresa Campos, Lo que me sale del bolo de Mercedes Milá, Una tienda en París de Maxim Huerta, La vida iba en serio de Jorge Javier Vázquez, Reír al viento de Sandra Barneda, Treintañeras y Sobrevivir en Pareja de Carmen Alcayde, Gitana, ¿tú me quieres? de Mila Ximénez, Haciendo majaradas, diciendo tonterías de Mario Vaquerizo, ¿Qué haría Vicky? de Vicky Martín Berrocal, Desde dentro de David Bisbal, Soñar no es de locos de Dani Martín, Quién te ha visto y quién te ve, Mari de Paz Padilla, Una nueva vida es posible de Carmen Bazán, Los diez mandamientos de la mujer 11 de Carman Lomana, El agua o la vida de Gema Mengual, Corazón, carácter y pasión de Sergio Ramos, El arte de molestar para ganar dinero y tres mas de Risto Mejide, Tienes talento y dos mas de Christian Gálvez, Mi mundo de plástico de Maria Lapiedra, Las aventuras de Frank de la jungla de Frank Cuesta, Plato y placer de Rosa Benito, Transgresores de Alaska, Una solución quiero de Cristina Tárrega, Así soy yo de Ana Obregón, Por ti lo haría mil veces de Isabel Sartorius, Vamos de Arantxa Sánchez Vicario, Perséfone de Ricardo Bofill, La pluma de la verdad de Julián Contreras Jr.

Sí, el año pasado Almudena Grandes sí se quejo de esta profusión de famosos que aprovechando su tirón mediático publicaban libros y que en las ferias del libro formaban colas más grandes que los autores “de verdad”:

Un año más, comienza la Feria del Libro de Madrid (...) Siempre ha sido difícil, pero esa es también la buena noticia. Si hemos salido de otras, saldremos de esta, y un libro puede ser la mejor munición, una sólida trinchera donde resistir. Por eso es importante aclarar que no todos los libros son iguales.

Todo el mundo tiene derecho a escribir, a publicar lo que escribe. Desde luego, pues no faltaría más (...). Pero existe un plano más profundo, una vocación que desafía a las etiquetas y subyace bajo las estrategias de marketing de las editoriales. Una ambición, una pasión, un oficio (...)

Hablo de mis semejantes, mis hermanos (...) No salen en la televisión, no son famosos, no tienen más presencia pública que las fotos de las solapas de sus libros. Pero son los guardianes del tesoro, los depositarios de una herencia ancestral, los héroes de estos tiempos de chichinabo, donde cada día más necios confunden valor y precio. Y encima, tienen que aguantar que tantos famosos de medio pelo, periodistas, estrellas de la televisión, seudoaristócratas y demás aparezcan en los telediarios exhibiendo esos libros que, dicen ellos, son sus novelas".

Aunque se la veía un poco escocida, no me pareció mal su queja, defendía algo que ya he señalado, la diferencia entre libro y literatura. No creo que haga falta explicarlo, pero si Almudena, que sabe más de esto, lo consideró necesario, no está de más decir que estos famosos ni son, ni creo que vayan de, literatos. La mayoría hablan de lo que conocen mejor que nadie, sus vidas, con una voz peculiar, la suya. Otros, los que sí son periodistas, puede que sí tengan esas pretensiones, y creo que son esos los que molestan a Almudena.

En fin, como decía, el libro trae cola en todos los sentidos, y me imagino que de aquí a navidad, cuando Belén lo pete con su libro y sea record de ventas del año a pesar de publicarse en el penúltimo mes, tendremos ocasión de seguir viendo como rabian los detractores de Belén ante los sucesivos anuncios de nueva edición de este, otro más de sus grandes éxitos. 

Y es que son como el malo de los dibujos animados, todo les sale al revés, y cuanto más mal le desean mejor le van las cosas.

Y cuidado, que Espasa ante este éxito sin precedentes ya debe haberle planteado publicar la segunda parte… 

Y como broche final, esta canción, sugerencia de Vladimir, un amigo del blog, que viene al pelo para el tema: ¡Que hablen! de la cubana Mirtha Medina.