GRAN SESIÓN DE FOTOS DE BELÉN EN EL MUNDO

El Mundo también se rinde ante Belén: portada y entrevista en el Magazine 

http://www.elmundo.es/cronica/2013/12/01/52972b5b61fd3dfa728b4588.html

MAGAZINE La renovada princesa del pueblo

La otra Belén

• Acaba de escribir un libro, Ambiciones y reflexiones

• Asegura que por España daría su vida y que Rajoy debería dimitir

• Ha sobrevivido a su fama y jura que no venderá más su vida

Belén Estebán (Madrid, 9/11/1973), la mujer plebeya más famosa de España. Por algo es la princesa del pueblo, título que lleva con esa mezcla de humildad y orgullo macarra que es la marca de la casa. Regresa después de haber pasado siete meses desaparecida, un tiempo relativamente corto pero eterno para una persona que lleva 13 años a diario en el ojo del huracán. Ella dice que a veces piensa que su vida es como un "Gran Hermano en directo", un Gran Hermano, además, que no caduca cada temporada porque es inmune al paso de las modas y los ciclos. Su regreso a televisión para anunciar el fin de sus "adicciones" fue visto por más de tres millones de personas y atrajo a un 25% del share. Acaba de publicar Ambiciones y reflexiones, una suerte de autobiografía que ha lanzado tres ediciones en menos de una semana y cuyas ventas con unas ventas que rondan los 40 mil ejemplares según la editorial. Es una mina, lo sabe y también lo ha sufrido.

Animal televisivo, la Estebán lleva casi tres lustros encarnando el mito de la Cenicienta. Del madrileño barrio de San Blas, su apasionada reivindicación de sus raíces obreras así como su lenguaje y su gestualidad, a sumar su ética simple pero clara y absoluta, la han convertido en la elegida para representar a esos millones de personas que no se sienten representadas en ninguna esfera pública salvo en el reino de la pequeña pantalla. Es también, en su vertiente menos edificante, un símbolo de la exaltación de la mediocridad a la que tiende la cultura de masas simbolizada por una persona nada mediocre. Porque la reina de la tele es y sigue siendo Belén Estebán, la mujer que mata por su hija.

Si algo es usted, es quijotesca. Se pasa la vida protestando por el desarreglo del mundo. ¿Se ve como una justiciera?

Yo es que siempre me he tenido que defender y estar demostrando cosas. Si veo algo que no me gusta no me tengo por qué callar. Me siento obligada, claro que sí, aunque me haya llevado muchas regañinas. Estos principios vienen de la educación que me ha dado mi familia, que para mí es lo más importante. Lo que pasa es que antes me enfadaba muchísimo y ahora ya no me enfado porque me siento tranquila, estoy muy a gusto. Eso sí, lo que está pasando en España me disgusta y no me voy a callar.

"La fama y el dinero nunca se me han subido a la cabeza porque sé de dónde vengo, del barrio en el que he nacido y me siento súper orgullosa de ello"

Es más guapa en persona y su agónica recuperación de su adicción a la cocaína, palabra que se niega a pronunciar, es un gran paso. Su nueva nariz, después del estropicio que le hicieron el año pasado culminando una deriva que hacía pensar en Michael Jackson, también es un avance. Ha ganado kilos pero no está gorda aunque le gustaría adelgazar un poco. Salta a la vista que tiene buen aspecto.Habla en exclusiva con un medio serio para el Magazine y no ha sido fácil convencerla para sacarla de su universo rosa. Además, está indignada con una información que publicó este periódico relativa a un dinero en paraísos fiscales. Dice que solo tiene "la pasta" en La Caixa de su pueblo, Paracuellos del Jarama. También se siente molesta porque en la encuesta que publica este suplemento con los personajes más queridos y los más odiados quedó como la segunda menos apreciada en 2012 y 2013. En el apartado del corazón, este año volvió a ser la más antipática por cuarto vez consecutiva. Como icono de la nueva celebridad basada en la propia celebridad surgida de la televisión, es cierto que también concentra en su persona la ira que algunos sienten por lo que representa.

En el libro hace un ataque furibundo a la clase política, ¿es usted una indignada más?

Claro que sí. Yo es que me siento muy mal por las cosas que pasan y si tengo un sitio en la tele lo pienso utilizar. Si no me quejara sería una falsa. Como opino yo opina muchísima gente lo que pasa es que no tienen voz para decirlo. El otro día con Jorge Javier cuando dije lo de que me parece fatal que se vayan a la calle los terroristas de ETA me quité un peso de encima. Me parece muy injusto todo lo que está pasando, mis hermanos están en el paro. Yo tengo un buen trabajo pero no solo vivo yo, también mucha gente de mi familia, algo de lo que estoy orgullosa. ¿Si no de qué iba a vivir mi madre con la pensión de mierda que le han dado después de matarse a trabajar toda la vida?

En Ambiciones y reflexiones repasa su agitada vida pública y sentimental, dos cosas que en su caso están íntimamente unidas, y en la que brilla lo que Belén siempre ha tenido, una voz. Una voz tosca, fieramente barriobajera y en los peores momentos, reaccionaria (defiende la pena de muerte por motivos de pura y dura venganza), pero una voz también única e inconfundible con mucha gracia. Como ella misma diría, "auténtica", porque en el cosmos moral de Belén Estebán no hay nada peor que ser un "falso". Una forma de ver la vida tan discutible como todo la que la rodea pero que ha calado a fondo en el subconsciente de este país.

Usted sigue hablando como una chica de San Blas pero es un privilegiada.

Yo rica no soy, aunque vivo bien, eso sí. La fama y el dinero nunca se me han subido a la cabeza porque sé de dónde vengo, del barrio en el que he nacido y me siento súper orgullosa de ello. A mí Paris Hilton me parece una pija y una tonta. Pero yo soy ni de izquierdas ni de derechas, yo soy una mezcla, ¿sabes? Yo tengo un poquito de las dos cosas.

En el libro se suelta el pelo y lanza un ataque durísimo contra Rajoy por el caso Bárcenas o ataca a la familia Pujol por sus negocios oscuros. ¿Son los políticos el principal problema de este país?

Es que Rajoy tendría que dimitir. ¿Qué promesa ha cumplido de las que hizo? Ninguna. Hacen lo que quieren, miran por ellos y basta. Mi tío tuvo que emigrar hace 45 años a Australia pero que emigre ahora la gente me parece vergonzoso. Que los viejos tengan que remover en los cubos de basura para comer. O la gente que ha perdido su dinero con las preferentes. Todo eso me cabrea mucho.

Palabras desde las entrañas

Fuera de cámara, Belén parece más tranquila y menos vulgar. Se expresa con frases cortas y cortantes y hace su típico gesto de cerrar los ojos mientras habla como si sus palabras surgieran realmente de sus entrañas. Desde el propio título del libro, Ambiciones y reflexiones, aparece la figura omnipresente del padre ausente de su hija, Jesulín de Ubrique, ese torero que la dejó embarazada al despuntar el nuevo siglo y que la echó miserablemente de la celebérrima finca Ambiciones con cajas destempladas y un bebé en brazos. Ese es el momento fundacional del mito de Belén Estebán, la chica sin estudios repudiada por un hombre rico y famoso que regresa de la opulencia a la miseria en un abrir y cerrar de ojos con la carga de llevar a una niña recién nacida, la famosísima Andrea, a cuestas. Su paso por Tómbola un 13 de julio de 2000 para hablar de sus problemas con la endemoniada familia Janeiro fue el inicio de su estrellato televisivo y de un culebrón interminable que ha seguido toda España (lo quiera o no) con fascinación, estupor o hercúleo desinterés porque ha sido humanamente imposible no estar al tanto.

"Rajoy tendría que dimitir. ¿Qué promesa ha cumplido de las que hizo? Ninguna"

¿Qué opina el padre de su hija de su celebridad y de que haya hablado tanto de él por televisión?

No tengo ni idea. No llama ni para preguntar cómo está Andrea así que no va a llamar para esto. Yo creo que cuando me ve cambia de canal. Yo le habré hecho daño pero él ha hecho daño a mi hija y ha vendido cincuenta mil exclusivas. Lo que yo digo es verdad, no ha sido un padre para su hija, y eso me duele muchísimo. Si tú le preguntas a la gente de la calle qué hubieran hecho si hubieran sido yo te dirían que lo mismo. Yo he vendido mi vida porque es mía y porque han querido comprarla. Pero ya me he cansado, no la voy a vender más. Yo digo que he vendido 40 años y que los próximos cuarenta los voy a pasar felices. No voy a hablar más de lo que me pase a partir de ahora.

¿Y de qué va a hablar?

Pues yo creo que tengo mucho que decir, ¿no? A partir de ahora a seguir trabajando, a estar con mi familia, a disfrutar de la vida. Yo si pudiera dejaría la tele y me dedicaría a no hacer nada la mar de contenta. La fama tiene cosas buenas pero muchas cosas malas y me agobia que me estén reconociendo por la calle. A mí siempre hay alguien que me sigue, siempre. Por eso me encanta viajar con mi hija. Pero de momento tengo que seguir en la tele con mi Sálvame.

En el libro se muestra crítica con la deriva de la prensa del corazón. Critica por ejemplo cuando se contrató a un actor para que ligara con Rosa Benito. ¿Cree que se han sobrepasado los límites?

Se han sobrepasado porque también nosotros nos hemos dejado y no me puedo quejar porque es la vida que he escogido. Yo no sé cuáles son los límites, pero todo tiene un límite. Hay cosas que no me han gustado, claro. El problema de la tele es la falsedad, la gente critica una cosa y luego ellos hacen lo mismo. A mí eso me parece muy injusto.

Como enemiga acérrima de la falsedad y la hipocresía, Belén detesta que los contertulios le hayan echado en cara su adicción a la cocaína, que según confiesa estuvo a punto de llevarla a la muerte. En el libro se queja de que en muchas casas hay droga "hasta debajo de los ceniceros" y que luego sea ella la que quede como una drogadicta delante "de toda España" (una expresión que utiliza con frecuencia). Rescata su papel de "hija respetuosa ante todo" y asegura que le da "mucha vergüenza" hablar del tema. Confirma que salía colocada a los platós y no es difícil imaginar, y compadecer, esos meses de soledad en los que engordo 18 kilos y los pasaba tirada en el sofá metiéndose rayas.

¿Alguna vez ha temido perder su gancho con el público?

Muchas veces pero nunca ha pasado. Yo tengo un olfato infalible para la televisión, me gusta y sé hacer mi trabajo. La clave es generar emociones. Yo no soy periodista, lo que hacemos es entretenimiento.

En el libro se muestra muy dolida con las críticas.

"Yo digo que he vendido 40 años y que los próximos cuarenta los voy a pasar felices"

¿Cómo no voy a estarlo? Aunque ahora ya me da igual, que digan lo que quieran. Los datos de audiencia me avalan. Aquí nadie ve Sálvame pero luego resulta que lo ve todo Dios. Me critican mucho pero la gente me quiere, yo me siento muy querida, por la gente mayor sobre todo. A mí me ven y se echan a llorar. Y yo las digo: ¡Pero no llores mujer!

Sin duda, parte del éxito de Belén Estebán tiene que ver con la aparente facilidad con que simboliza un nuevo tipo de española al mismo tiempo tradicional y moderna. "No soy feminista", dice, "perocualquier mujer odia el machismo". Belén se declara monárquica convencida (recuerda con emoción la amabilidad de los príncipes al saludarla en una reciente fiesta y cómo no la dejaron hacer una reverencia que tenía muy ensayada), es una apasionada defensora de la unidad del país ("yo por España doy mi vida") y como ha dicho en millones de ocasiones, las dos veces que se ha enamorado ha soñado con que fuera para siempre. Es creyente y reza todas las noches un padrenuestro. Arremete contra la promiscuidad y se castiga cuando cae en ella. Cuando tiene problemas, se va a pedirle aSan Judas Tadeo, patrono de los imposibles, en la calle Atocha y está convencida de que el santo la ha ayudado a superar sus malos momentos como durante su última etapa de rehabilitación. Belén está en contra de la legalización de las drogas ("son muy autodestructivas") y es una apasionada defensora de la familia y su papel como madre amantísima (¡por mi hija mato, pero es que mato!) es quizá lo más importante del personaje. Pero también es la chica que se aburría en el campo y no se resignaba a ser la mujer florero de un hombre importante. La que se enfrentó al torero más famoso de España cuando quiso dejarla en la estacada y la que dice siempre lo que piensa y no siente complejos "por nada". Belén es fuerte y débil al mismo tiempo, es una guerrera y una chica de barrio que solo quiere ser amada y lo mejor para su hija. Una santa , un sargento y una libertina con mala conciencia. Una mujer del siglo XIX y otra del siglo XXI. Ella insiste todo el rato en que es "una chica muy normal". Lo dice tantas veces que es como un mantra.

En el libro a veces habla de usted misma en tercera persona asumiendo que existe un personaje que es usted misma y que pertenece al público.  

¿La Belén real y la que conoce la gente son muy distintas?

Son exactamente la misma. Es que si no sería una falsa.

¿Cuál es el secreto de su éxito?

Que soy una chica muy normal, ante todo eso.

¿Cómo se aguantan cuatro horas en directo todos los días hablando de sus problemas sentimentales?

Yo pienso que estoy con mis amigos en el salón de casa porque si no me pongo nerviosa. Pero es que es cada día lo mismo, cansa. Por eso me voy guardando cosas porque si no sería muy aburrido. Lo malo de la tele es que si bostezas lo ve todo el mundo y si abres la boca también. Así me pasa que llego a casa agotada. Pero a mí me gusta la televisión. Y cuando sentí que tenía que dejarlo, lo dejé. A mí nunca nadie me ha obligado a nada, ni Telecinco ni nadie, todo lo que he hecho ha sido porque he querido. Me arrepiento de algunas cosas pero ha sido mi decisión.

¿Ha visto El show de Truman?

No la he visto pero sé lo que es. (Su representante Toño Sanchís, entretenido con su móvil toda la entrevista, de pronto cobra vida: "Yo se lo digo siempre"). Y yo le digo a Toño que mi vida es como un Gran Hermano en directo. Pero no me siento como Truman, no. Aunque no lo parezca hay muchas cosas que callo.

¿Puede hacer un vida normal?

Yo no me quiero encerrar, cuando voy a Benidorm me voy a la playa como una más. Estoy acostumbrada a que se organice un tumulto alrededor. Cuando voy sola le hago caso a la gente que se me acerca pero cuando voy con mi Andrea no.

Dice que la tele "te da y te quita". ¿Qué la ha quitado la tele?

Me ha quitado el no poder confiar porque se me acercan muchos por interés. Yo soy muy generosa y ha habido quien se ha aprovechado de eso. Si de algo me arrepiento es de haber confiado en las personas equivocadas. El problema del dinero es que te lo da todo.

Se declara lectora incondicional y está embarcada en El canto del cuco, el thriller que acaba de publicar en nuestro país J.K. Rowling. También es cinéfila y se lo pasó muy bien con Séptimo, con Belén Rueda y Ricardo Darín, otro thriller, en este caso sobre la desaparición de unos niños ("¡es buena pero se sufre mucho!"). Aunque está enfadada con este periódico y le dedica palabras gruesas a Pedro J. en su libro, lo lee todos los días junto a La Razón. Se niega, sin embargo, a refinarse porque, dice, no quiere traicionar su esencia. Parece que en ella luchan y conviven la chica que fue y la que ha llegado a ser, una mujer rica y viajada que no es precisamente tonta y que tiene inquietudes. Algunas veces, da la impresión de que se imita a sí misma y por ejemplo después de profesar su admiración por "el Duque" hace una de sus pedorretas a una audiencia imaginaria y uno casi cree oír los aplausos con que se reciben sus astracanadas en televisión. Es posible que Belén en algún momento piense que si se deja atrapar por su nuevo estatus perderá no solo su esencia, también su manera de ganarse la vida. Es una mujer de gran corazón, se nota y por eso es capaz de conectar con el público. Ese es quizá el secreto último de su éxito y no tanto sus rutinas barriobajeras.

Tiene mucho mejor aspecto, ¿cómo va la rehabilitación?

Yo no quiero hablar de mis adicciones, lo he hecho en el libro y me da mucha vergüenza. Estoy siguiendo un tratamiento, me hacen análisis constantemente. Es duro. Yo ahora me veo muy bien, estoy buenísima. Hace unos meses sí estaba acomplejada, pero ahora no. Soy la mujer más feliz de España.

Tampoco quiere hablar de Fran, el camarero que le puso los cuernos y cuya amante contó en directo la aventura, al que describe en el libro como buen chico pero manipulable. Se han divorciado y jura y perjura que nunca más. Dice que ser una mujer famosa sirve para ligar pero también intimida a los hombres. Como no podía ser de otra manera, las palabras más dulces las tiene para "su" Andrea, esa niña de catorce años a la que a estas alturas toda España tiene afecto. Desea para ella una "vida mejor" que la de la televisión y en cuanto cumpla 16 años la mandará a estudiar al extranjero para que aprenda idiomas y no sea víctima de la monumental fama de su madre y el exhaustivo conocimiento de todo el país de su vida íntima. Dice Belén que la niña está encantada con su profesión y que era la primera que estaba deseando que pudiera volver al Sálvame.

De todos modos, no deja de ser una paradoja que Belén Estebán haya prosperado por el mismo motivo por el cual sin duda Andrea estará más tranquila fuera. Ha conseguido, como toda heroína clásica que se precie, la casa con piscina con la que fantaseaba su padre ("yo es cuando veo mi casa, me cago y me acuerdo mucho de él porque era su sueño"). No está muy claro qué otras oportunidades le ofrecía la vida para hacerse rica cuando la echaron de Ambiciones.Su doble condición de hábil manipuladora y víctima de su propio circo es solo otro de los enigmas de su éxito. Porque Belén es tal cual, pero como buena diva, también tiene su dosis de misterio. Al final, quizá, nunca llegaremos a saber quién es aunque lo sepamos todo. También es posible que su misterio sea precisamente la falta de él, que es tal cual para lo bueno y para lo malo. Pero ella seguirá estando allí, eso seguro. Porque su fama parece estar por encima de las modas.