A modo de esas publicaciones tituladas La Biblia /Historia/mitología contada a los niños, presento hoy a mis queridos belenófobos los siguientes documentos: un artículo publicado hoy mismo, y un fragmento de una emisión de Radio5 de hace un par de años.
Últimamente me estoy sorprendiendo al abrir links sobre Belén, y en lugar de encontrarme la consabida pataleta de esos pseudointelectuales de los que ya he hablado alguna vez, indignados con el éxito del libro de Belén Esteban, o con el supuesto pésimo ejemplo que es para la juventud, me encuentro con artículos correctos, que analizan objetivamente su fenómeno. De vez en cuando se publica algo en esta línea y lo incluyo en la sección OPINIÓN, aunque la opinión no sea favorable; si están bien argumentados y no destilan odio, es para mí un placer difundirlos.
Me da mucho gusto ver que no solo yo, por mi sensibilidad belenófila, me he dado cuenta de esa belenofobia irracional que se respira en internet, y que hay gente que aunque no vaya tan lejos como yo y la defienda, al menos sí la sitúan en su contexto y no se limitan a ridiculizarla por purita envidia como es lo habitual.
Y antes de remitiros a esos dos documentos, aclarar eso de “los cultos”. Por supuesto no tengo nada contra la gente culta, como me preguntaron el otro día en twitter. Lo tengo contra los que van de cultos, esos que cuando repiten como loros la frasecita “dice mucho de este país que Belén sea nº1 en ventas” yo les respondo que sí, que lo que dice es que “los cultos” se gastan poco en la librería.
Vamos con ese artículo, sobre nada menos que Fernando Arrabal, Camilo J. Cela, Fco. Umbral y Belén Esteban. Publico aquí solo lo que se dice de Belén, pero os recomiendo leerlo completo y, sobre todo, ver los 3 vídeos que lo ilustran, especialmente el increíblemente hilarante de Arrabal.
Franco, Belén Esteban y el advenimiento del milenarismo, por Carlos Prieto
… Moraleja: El pasaporte a la fama es televisivo (y cómico) desde hace décadas. Certeza que debería servir para aplacar a aquellos que se rasgan las vestiduras porque la ensayista más vendedora de España se llama Belén Esteban. "Ay, cuánto daño han hecho a la cultura de este país los famosos de la tele. Ay qué cultos éramos antes de que la cultura de las celebrities arrasara con todo", nos escandalizamos con pose digna.Ya, ya, y por eso las tres frases más populares de los escritores españoles (Milenarismo, agua por el culo y mi libro) se dijeron en televisión en los años ochenta/noventa y convirtieron a sus autores, intelectuales de postín, en personajes famosos. Arrabal, Umbral y Cela como pioneros de la cultura celebritie, que se dice pronto.
Y sobre este audio, nada tengo que añadir, es absolutamente genial, y se lo dedico a cierta profesora de latín ;) para que haga más cercana a sus alumnos su asignatura, igual que ya están haciendo algunos profesores de inglés:
El buscador de R5 - Belén Esteban y la poética de Aristóteles, por Juan Pablo Arenas - 31/03/12
Se suele despreciar la llamada telebasura, en lugar de explicar el porqué de su éxito. Belén Esteban cumple varios requisitos exigidos por Aristóteles en su Poética para considerar los programas en los que aparece como tragedia pura.
Tal vez mis razonamientos son vistos con reticencia, pues, aunque intento no caer en fanatismos, soy claramente belenista, así que a lo mejor al leerlo y escucharlo de gente imparcial, algunos se dan cuenta de lo ilógico de su fobia y de que se les ve bastante el plumero de la envidia.
También tengo que decir que ya no sé quienes son mis lectores: antes del blog, cuando solo escribía en el foro de Sálvame de la web de T5, estaba claro con quienes discutía; ahora yo no sé si los fobos del twitter vienen aquí, o si ya los he espantado a todos al no publicar sus comentarios porque en general suelen incluir insultos. Tal vez ya solo vienen por aquí fans y entonces esta defensa y estas respuestas mías están de más.
A cierta profesora de latín le ha encantado el audio y seguramente lo pondrá en clase, jajaja. Por lo demás la entrada, como todas, genial. Enhorabuena.
ResponderEliminar