sábado, 19 de abril de 2014

SAÚL ORTIZ, LOS ESPEJOS, Y BELÉN ESTEBAN


En una sección llamada El Chismógrafo, el gacetillero Saúl Ortiz hace sus pinitos como relamido literato, y es que desde que Belén ha escrito su libro, hasta el más incapaz se cree Shakespeare.




Saúl se inventa su propia historia de la Literatura, centrando el cambio de lo clásico a lo moderno en lo que él llama “la estética de los espejos” y se queda tan ancho. Y para ilustrar su disertación echa mano de Belén, que ya sabemos que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, y que solo el hecho de mencionarla garantiza que alguien te lea.

El artículo entero carece de coherencia, parece simplemente un ejercicio estilístico sobre los espejos, pero se ha equivocado tanto en el ejemplo elegido para ilustrarlo como en el propio concepto de ejercicio estilístico, pues cualquier estudiante de literatura sabe que forma y fondo han de ir de la mano, complementarse, y que forma sin fondo no tiene sentido.

No hay por donde cogerlo, incoherente e inconsistente, una frase no casa con lo que afirma en la siguiente, otra contradice lo que acaba de decir… Parece que el único interés sea dar vueltas a un elemento, y relacionarlo como sea con el personaje, sin llegar a ningún lado: lo mismo habla de efectos casuales que de transformación premeditada, de imagen de algo que nunca ha sido que de múltiples facetas que nadie puede negar, o pasa de afirmar la vacuidad de alguien que es solo un reflejo de un reflejo a preguntarse a continuación cuál es la real, o de hablar de una Belén de doble cara a situar a la auténtica Belén atrapada dentro de si misma. ¿En qué quedamos?

¿Por qué dar tantas vueltas sin sentido a un motivo, el del espejo, en lugar de coger el toro por los cuernos, como sería lo suyo en una sección llamada El Coso Rosa, y atreverse a decir: “Belén me has decepcionado”? Me parece más elocuente y valioso su tweet sobre Belén tras su desencuentro que este batiburrillo de imágenes y reflejos cuya finalidad es empañar la imagen que tenemos de ella.

twitter.saul ortiz sobre belen esteban


El espejo ha sido un elemento presente en la literatura desde la antigüedad, en absoluto es un elemento de la modernidad, sino que, al contrario, el efecto enigmático e inquietante del espejo era mayor en aquel tiempo en que pocos tenían acceso a él, a no ser en el reflejo del agua, como en el caso de Narciso.
Pero justamente Belén es el personaje que peor ilustra el concepto de la engañosa cualidad del espejo, como fuente de reflejos que se apartan de la realidad. Pocos de los que pertenecen a ese mundillo nos muestran su realidad tan claramente como ella, que no ha ocultado sus innegables cambios, tanto exteriores como interiores.
Sus mil caras podrían ser lo que le haya hecho elegir este símil, pero es completamente contrario a lo que quiere exponer, una evolución voluntaria y dirigida.
Es indiscutible la capacidad de regeneración del personaje, a pesar que de que su discurso siga siendo el mismo de hace 15 años, pero lejos de ser una evolución planeada o creada expresamente para seguir satisfaciendo la curiosidad del publico, es una evolución real, y como no nos cansamos de repetir, tiene tan alto valor por estar cargada de autenticidad: la gente sigue comprando a Belén Esteban porque saben que es un personaje, tal vez el único de todo ese mundillo tan artificial, que es auténtico.

Su percepción al mirarse al espejo solo la conoce ella: en su libro nos ha dejado entrever una parte, cómo le afectó a su autoestima su transformación de chica guapa a cadáver viviente, un cambio que ni el más pintao habría sabido llevar, menos aun alguien que está en pantalla a diario, sometido a la lupa de cualquiera. Yo habría quitado todos los espejos de mi casa, no digamos ya lo de someterse al escrutinio diario de un público.


cambio fisico cara belen esteban



Puedo entender que Saúl se sienta ofendido porque Belén se burlase de su defecto en el habla (cosa que a mí tampoco me gustó y así lo señalé en mi twitter), pero que él hable de balbuceos y de oraciones mal construidas… Basta recordar sus apariciones en Sálvame, trabucándose en dos de cada tres palabras, para darse cuenta de que en realidad al escribir eso debía estar mirándose él en un espejo, señalando en otro los defectos propios.

Aplicándole a él su argumentación: ¿quién es el Saúl real?, ¿el que habla atropelladamente en sus apariciones en Sálvame o el que intenta, con poco éxito y mucha petulancia, hacer literatura en esta sección de El Chismógrafo?, ¿el gordito que daba más lástima que noticias, o el retocado que ahora, encantado de verse tan mejorado, debe pasarse horas mirándose al espejo, hasta el punto que se convierte en su inspiración?

saul ortiz


No hace falta pensar mucho para comprender que este aparentemente ambiguo artículo sobre Belén es su respuesta al desencuentro en directo que se produjo días antes entre ellos a cuento de una entrevista a Chayo Mohedano. Seguramente habla desde la decepción, pues hasta ahora no le había leído nada negativo sobre ella, imagino que se conocen desde hace mucho y usa este juego de espejos para decir que esa no es la Belén que él conocía y apreciaba. Y me parece bien que lo exprese si así lo siente, pero la próxima vez que se curre un poco más el símil.


Como casualmente señalamos hace un par de entradas, en Belén en Versalles, al analizar la contradictoria imagen que Belén ofrece, la agresiva en sus momentos más terribles de Sálvame y la afable en el contacto personal con la gente de la calle:

¿Cuál es la real? Las dos. Muchos somos así, damos lo que recibimos.

Por suerte, todos, no solo Belén, somos polifacéticos.


2 comentarios:

  1. Te he dicho alguna vez que me encanta leerte? Tantas palabras, tanta lógica y aunque a veces no siento lo mismo que tú al final después de pensar..tengo que darte la razón. No dejes de deleitarme por favor!
    Y por cierto..Belén me has decepcionado
    Un abrazo
    Carmen Cervera

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  2. Jajaja me ruborizas pero me encanta que te guste el blog.

    Oye y eso de "Belen me has decepcionado" es de verdad o solo estabas siguiendo el juego de la frase de Saúl?
    Si es real, por algo que te ha pasado con ella, me encantaría saberlo, ya sabes que yo aunque sea fan, si algo no lo hace bien no tengo problema en decirlo.
    Besos!
    :D

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