BELÉN, ROSA, RAQUEL Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN

Adaptación del cartel de Ceesepe para la película de Almodovar
Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón

Durante las varias semanas que en Sálvame estuvieron cebando el enfado de Belén con Rosa Benito, mucha gente me preguntó si no pensaba comentarlo aquí. Ahora con el enfado con Raquel Bollo habréis visto que tampoco lo he hecho.

El por qué de esto lo pudisteis ver el viernes en el regreso de la Benito.

Todos los seguidores de Belén sabíamos que, a pesar del disgusto que se llevó, más pronto que tarde harían las paces.

Aquí podemos abstenernos de entrar en este o aquel tema porque no queremos quedar luego con cara de poker cuando hacen las paces, en cambio en Sálvame no funcionan así. Estos enfados de Belén son material 100% interesante y valiosísimo para el programa por ser algo real, a diferencia de la mayoría de cosas que suceden en el programa, y por eso no pueden dejar pasar estas oportunidades de oro de conseguir un buen dato.

La audiencia sabe que las aventuras y desventuras de Belén son reales, y las vive con toda su alma, y los directores saben que esa autenticidad es la principal baza que Belén tiene a su favor para que todo lo referente a ella interese y consiga las más altas cifras de audiencia.

La vuelta de Rosa, o el problema de los 12000 € de la Bollo, interesan porque Belén está en medio. Y por eso el programa insiste en dar una y otra vuelta al tema hasta que los colaboradores antes o después acaban pronunciándose y poniéndose, casi siempre, a favor de Belén.

Algo muy distinto sucedió justo hace un año. En su último Deluxe, Belén vio cómo ninguno de sus compañeros la apoyaba en su conflicto con Lydia, a pesar de que en aquella ocasión, a mi modo de ver, tenía más razón que en estos enfados con Rosa o la Bollo. Supongo que lo que motivó que no la apoyasen fue lo de cuando las barbas del vecino veas pelar… Belén, como ya comentamos aquí, pretendía ingenuamente conseguir un mismo rasero para todos: si se hablaba de Fran tildándole de mantenido y bebedor, también debía poderse decir del marido de Lydia. Y ya vimos hace un par de semanas que, un año después, Belén sigue sin entender por qué no.

Los colaboradores no tienen problema en convertirse en los cobradores del frac de Belén en el caso de la deuda de la Bollo, o en jueces de una frase de Rosa Benito, aunque reconozcan que todos han dicho frases parecidas. En cambio, darle la razón en el tema de Lydia podía dejarles atados cuando una semana, un mes, o un año después les tocara a ellos ser medidos con el mismo rasero que Belén. Entre defender la causa justa de Belén y defender que la privacidad de cada uno de ellos no se exponga en el programa, estaba claro lo que iban a elegir.

Lo que puede que Belén no haya pensado, pero sin duda los directores sí, y deben estar frotándose las manos esperándolo, es que Mila y los Kikos se harten de quedar con el culo al aire cuando, después de ponerse de su parte, ella hace las paces y aquí no ha pasado nada. Es muy posible que el próximo conflicto de Belén sea ese, porque es cierto que ahora son ellos los que quedan como malísimos. No es lo mismo que pasó con la Lomana pero recordemos que por sacar la cara por Belén en aquel conflicto, Matamoros y Mila fueron condenados a pagar a la pija una buena cantidad de euros, y quedaron escaldados de defenderla.

Y es que ahora mucha gente recrimina a Belén estar arrimándose demasiado al eje del mal, advirtiéndole de que esos son mucho peores que Rosa o la Bollo, pero yo no estoy de acuerdo: como acabo de comentar, estos sí sacan la cara por Belén, mientras que para mí el principal defecto de Rosa con Belén es ese, que Belén se mata por defenderla y ella jamás le corresponde de la misma forma, o lo hace con la boca muy pequeña.

Por otro lado, Belén no se arrima ahora al eje del mal, desde el primer día ha sido uña y carne con Kiko, y Mila ha demostrado muchas veces con su defensa a ultranza de Belén, y también con algún que otro rapapolvo cuando lo considera necesario,  que la quiere bastante más que esas amiguísimas Benito y Bollo. Más ambigua me parece la relación con Matamoros, pero desde la vuelta de Belén ha mostrado una actitud mucho más amable con ella y yo se lo agradezco.

Y no quiero acabar sin hacer lo que me habéis pedido, aunque sea en plan telegrama.  
Mi opinión sobre el tema de la Bollo es que esta ha cometido muchos errores en su forma de llevar el tema: lo de "unas pocas de veces" que en realidad era solo una (aunque a mí esa una me parece suficiente), lo de pedirle que dijera públicamente que la deuda estaba saldada, lo de los Reyes de 3000 eurazos, lo de no hacerle un buen precio en sus compras como agradecimiento, (por lo menos ofrecerlo, sabiendo que Belén se negaría), o esa solución que aportó Mila: "no te vas a gastar un euro en ropa".

Pero el más grave, creo yo, es esa soberbia que se transmitía en la llamada que emitieron, y que fue lo que hizo estallar por fin a Belén, porque esa Raquel altiva que oímos en esos fragmentos no parecía la misma persona que llora desconsolada en Sálvame.

Sin embargo, como ya sucedió en el tema de sus RT, la mano negra de dirección se encargó de presentar la llamada de la forma que más pudiera irritar a Belén, poniéndole los extractos más sustanciosos de una conversación de 45 minutos. O de la misma forma que insistieron en repetir estas frases de Raquel hasta conseguir lo que querían, también podrían haber aclarado a Belén que estaba entendiendo mal lo de que Raquel le había dado una fecha de pago de la deuda. Pero eso no interesa, lo que interesa es que el conflicto se alargue hasta agotarse, y luego hagan las paces, a ser posible en directo.

Como decía al principio, mas pronto que tarde Belén y Raquel hablarán sin metemierdas alrededor y harán las paces, pero el eje del mal puede cansarse de quedar con cara de poker.