Gracias a Andrea, que se nos está conviertiendo en una twit-star, tenemos esta foto de Belén, que es, para mi gusto, una de las más bonitas que hemos visto de ella.
No suelo publicar aquí ni en el grupo FB Belenistas con Belén las fotos que Andrea sube a su twitter, pero esta no lo pude evitar, acompañada de esa pregunta, y como podéis ver, la respuesta fue casi unánime.
Ya hemos comentado en los últimos meses que Belén está viviendo un momento envidiable, y eso se refleja en muchas imágenes en las que hemos visto en su cara una serenidad, una alegría y una vitalidad que nos encanta a quienes la queremos, porque la hemos visto muy mal en etapas anteriores.
En otras imágenes de estas vacaciones también la hemos visto muy feliz, divirtiéndose con su hija.
Pero esa imagen tiene un algo especial: es una foto tomada en la intimidad, hecha por la misma Andrea, con una amiga que no sabemos quien es, pero ahí vemos a la Belén más auténtica, sin la coraza que se pone ante los medios, y su mirada transmite simplemente felicidad.
Belén ha comentado más de una vez que ella sería feliz llevando una vida sencilla, como cualquier mujer normal, madre, ama de casa o trabajadora, y que no necesita la fama ni el dinero para ser feliz. Una prueba de esto sería el hecho de que haya pasado todo el verano en Benidorm, pudiendo permitirse unas vacaciones de lujo en alguna isla paradisiaca.
Ella podría haber sido más feliz siendo una simple dependienta, camarera o limpiadora, sin embargo, su trabajo en la TV le ha permitido evitar que, una vez criada, el padre deslumbrase a la niña con lujos y se la arrebatase. Esto le compensa los sinsabores que conlleva su trabajo, como el haberse convertido en el blanco fácil de los envidiosos.
Aunque sabemos que ella valora mucho el cariño de la gente, ahora en su programa ya no le ocultan que ese cariño ya no es tan unánime. Al contrario, le recuerdan con sus estúpidas encuestas que ha pasado de ser la princesa del pueblo a ser la perversa del pueblo. Debe pensar en esos refranes que le van como anillo al dedo: “dame pan y llámame tonto”, o “ande yo caliente y ríase la gente”.
Si no supiéramos cómo son los de Sálvame, nos chocaría que justo ahora que es cuando más comedida está, sea cuando permiten, o mejor, provocan, que se la señale como la más odiada o la peor colaboradora, mientras que cuando más insoportable estaba tapaban esas voces discordantes.
Ahora que ya no se altera tan fácilmente no van a vacilar en tocar las teclas que haga falta para conseguir cabrearla. Y lo siguen consiguiendo, pero cada vez les cuesta más desquiciarla, y le aplaudimos cada vez que dice “de eso no voy a hablar”.
La semana pasada emitieron en su programa un vídeo con algunos de sus peores momentos, momentos en los que hasta nosotros decíamos que nos ponía muy difícil defenderla, y sus compañeros comentaron su enorme cambio y cómo ha pasado de ser imposible trabajar con ella a ser un gusto tratarla.
Por supuesto que es cierto que se ha producido un cambio a mejor, y sin duda debe ser más agradable ahora, pero no nos cansaremos de repetir que era su propio programa el que buscaba activamente alterarla, y no por pura maldad, supongo, sino porque eso era lo que más vendía. Y por eso nos enfadaba que ella pidiera siempre perdón de algo que no era solo culpa suya.
De un modo similar, y esto me gusta menos aun, se deja caer que ahora que está mejor ya ha sido posible que Andrea recupere la relación con su padre, como si hubiera sido culpa de sus problemas que la relación fuera nula. Podemos aceptar que fuera más difícil también esta situación cuando Belén estaba envuelta en ese tema, pero era justo en ese momento cuando más necesaria era la presencia del padre, ¿sí o sí? Por lo tanto, no es excusa, y no se puede culpar ni a Belén ni a su adicción de que el padre viera a su hija dos veces en 5 años.
Así que ya sabes, Belén, feliz sí, pero tonta no: no permitas que manipulen la realidad, ni en tu faceta profesional, ni en lo referente a tu vida personal, no admitas unas culpas que no eran tuyas aunque lo hagan entre alabanzas de lo bien que estás ahora. Si tu programa te hubiera cuidado más y si Jesulín hubiera cumplido como debe hacer un padre, no contigo, sino con tu hija, tú no habrías llegado a estar tan desquiciada… pero claro, en ese caso Sálvame no habría tenido tanto éxito, ni Jesulín habría sido personaje codiciado por Hola o por A3.
Si de Sálvame no tengo duda de que primase el interés económico, me resisto a creer que en el caso del padre no haya una explicación más allá de eso, no sé cuál, pero me cuesta creer que esa ausencia paterna haya sido por eso o por pura dejadez.
0 comentarios:
Publicar un comentario