LA Dra. QUINTANA, LA BURBUJA EMOCIONAL DE BELEN, Y UN DOBLE ADIOS

Como ya recogimos ayer en la sección NOTICIAS Ana Rosa recomendó el ingreso de Belén para recuperarse. No creemos que eso sea una muestra de preocupación de una verdadera amiga, una verdadera amiga daría este consejo en PRIVADO. Pero lo más grave de este diagnóstico de la Dra. Quintana, que debería dejar que esas afirmaciones las hagan los verdaderos doctores especialistas, es que puede dar pie a que vuelvan a saltar esos bulos que tanto gusta difundir en Twitter, como ya sucedió hace unos meses:

http://belenestebanprincess.blogspot.com.es/2012/09/otro-bulo-mas-belen-esteban-ingresada.html

Para mí, esa declaración de Ana Rosa es solo una manera de decir a su público “mirad qué buena soy”, y lo mismo pienso de los consejos que le dieron María Patiño o Matamoros el viernes, o del propósito de la productora de Sálvame de no mencionar nada sobre Belén durante una temporada. Es hipócrita salir ahora con estos consejos y propósitos cuando todos han sido testigos y partícipes del acoso mediático sin precedentes sufrido por Belén en los últimos años, y mas que nunca en los últimos meses, cuando más se la debió haber dejado tranquila.

En esta misma línea, señalando el cinismo de estos “compañeros”, va este artículo publicado en La Vanguardia edición impresa, que está solo disponible online para suscriptores, y como nos parece interesante lo publicamos íntegro aquí.

LA BURBUJA EMOCIONAL DE BELÉN ESTEBAN, por Sergi Pàmies

http://www.lavanguardia.com/20130410/54372177246/la-burbuja-emocional-de-belen-esteban-sergi-pamies.html
A consecuencia del enésimo arrebato de agresividad autodestructiva, Belén Esteban abandonó el Sálvame de luxe (Telecinco). Lo hizo como lo hace todo: en directo, sin guión ni distinguir lo profesional de lo privado. A continuación, empezó la ceremonia de la lamentación, aparentemente autocrítica, del presentador Jorge Javier Vázquez y de otros apóstoles de un programa tan cruel como extraordinario. El incidente ha culminado en un comunicado de la cadena que pide la intervención del entorno de Esteban. Como todo lo que tiene que ver con ella, el desenlace está abierto, y no evitará que se estrene Los ojos de Belén. Será la manera de mantenerla en antena con un programa enlatado mientras se trabaja en los próximos capítulos de un clarísimo episodio de burbuja emocional.
Mientras tanto, se adoptará una actitud de preocupación impostada que responderá más al miedo a perder el control y a cierto pánico de arrepentimiento que a un sentimiento de respeto. Esteban es un producto de la opulencia televisiva de finales del siglo XX y principios del XXI, cuando se descubre que es más rentable convertir a los personajes en colaboradores. Cuando los audímetros confirman que la verborrea vulgar de una mujer engañada por su marido torero funciona, se instaura una industria inflacionaria que, alrededor de la protagonista, propicia la evolución de diferentes especies parasitarias. Algunos de los que hoy la critican o la compadecen se han enriquecido con ella y han participado de una hiper-explotación de la intimidad que tenía que acabar mal a la fuerza. “¡Hay límites!”, gritaba, grotesca y melodramática, Lidia Lozano. De todas las afirmaciones que se han escuchado en este plató, ésta es la más cínica. El aliciente del formato es precisamente su falta de límites. Y que, a consecuencia de una mezcla de azar (el nacimiento de una fórmula que mutó espontáneamente), de talento (la creatividad de un presentador que siempre quiere llegar más lejos) y de instintos destructivos con coartada antropológica (el corpus peninsular de maledicencia y rencor), se ha logrado que la insostenible hipoteca emocional degenere en ruina. Esteban ha sido la primera en caer porque es quien más expuesta ha estado. Pero alarmarse y gritar que ha petado es tan hipócrita como negar que los seguidores del programa deseamos que la historia continúe, aunque sea para confirmar el monstruoso final que todos imaginamos.

Por último, no nos gusta la idea de hacer una sección de necrológicas en el blog, pero sí querríamos hacer un pequeño homenaje a figuras que han sido importantes y que nos van dejando.

Al conocer el fallecimiento de Sara Montiel, mi primer impulso fue rendirle un homenaje desde aquí, pero no lo hice porque no veía la forma de enlazarlo con la temática del blog. Mas tarde, al ver que en Sálvame no dudaban en empezar a rebuscar mierda de esta gran estrella cuando su cuerpo estaba aun caliente, encontré ese nexo de unión con Belén. Si son capaces de hacer esto con un personaje de la categoría de Saritísima, ¿qué no harán con alguien tan denostado como Belén, al que además consideran de su propiedad?

Tristemente para mí, que siempre he admirado muchísimo a Sara, en sus facetas de actriz, cantante y celebrity eterna, ese mismo día también nos dejaba otra de mis estrellas favoritas, la actriz y cantante Annette Funicello, una desconocida en nuestro país, pero una figura muy familiar para varias generaciones de estadounidenses, conocida como la primera chica Disney y posteriormente como la chica de las surf-movies de los 60.

Un adiós no, un hasta siempre muy cariñoso a las dos.